Cándida Rosa-Beneficiaria de ASOMMA
La mujer, aquel individuo que se tomaba para procrear y para ejercer oficios netamente domésticos, hoy ejerce diferentes roles dentro de la sociedad que la hacen más activa en el ámbito social. A lo largo de los años, ese papel que antes se establecía para ellas, donde sólo se les atribuía el cuidado de su hogar, se ha modificado y les ha permitido después de sus luchas, tomarse escenarios de participación, donde además de sus roles domésticos ejercen roles políticos y sociales.
Las luchas femeninas que se han dado a nivel mundial, permitieron que las mujeres en Colombia tomaran la palabra y se organizaran dentro de un marco legal y que este “yo” colectivo tuviera una participación significativa en los asuntos políticos del país. Es así, como en el municipio de Marinilla en el año 1998, surge ASOMMA (Asociación Municipal de Mujeres de Marinilla), una organización integrada por mujeres de barrios y veredas, con el objetivo de promover el desarrollo con equidad e inclusión y la participación activa de las mujeres en los planes y programas del estado local.
Beneficiarias y asociadas de ASOMMA
Desde la perspectiva de la Cooperación Internacional para el Desarrollo, el proceso de visibilización de las mujeres permite la reconstrucción de su propia historia y del desarrollo de nuevas relaciones entre ambos sexos. Aceneth Muñoz, presidenta de AMOR (Asociación de Mujeres del Oriente antioqueño) y asociada de ASOMMA, afirma que esta organización, en sus procesos formativos con las mujeres del municipio, no busca superar el género masculino, “consideramos que en el desarrollo deben estar hombres y mujeres; siempre han estado los hombres aportando propuestas claras al desarrollo. Buscamos que el ejercicio que las mujeres hacen a diario se haga desde una perspectiva más influyente, más democrática, con más convivencia y sin competir con los hombres”.
ASOMMA genera con sus capacitaciones y talleres, dos cosas: despertar la sensibilidad de la mujer en cuanto a la perspectiva de género y luego verse como actor social del desarrollo en su región.
El enfoque de género en el desarrollo, requiere entonces abordar aspectos de la condición de la mujer, en especial el derecho a decir “yo”. Alain Touraine entonces, piensa que “hemos pasado de una sociedad determinada por términos políticos y luego económicos, a una sociedad definida por términos culturales. Teniendo en cuenta este cambio, me percaté de que las mujeres durante mil años no habían tenido derecho a una subjetividad, a pesar de los papeles fundamentales que desempeñaban. A veces eran reinas o putas de lujo, pero ninguna de ellas tenía subjetividad, no eran un sujeto. Una mujer no tenía el derecho de decir ‘yo’, decía ‘ellos’, ‘nosotros’”.
Participación de las mujeres en el taller de "Cartografía social"